Sin demasiado análisis, esta pregunta se podría responder de un modo sencillo, aunque reducccionista: la aromatización, por estar directamente vinculado al sentido del olfato, nos conecta emocionalmente con los lugares, perfumar los ambientes es una estrategia noble para que tu cliente interno se sienta a gusto y por consecuencia, sea productivo.
Si bien esta conclusión es correcta, nos gustaría profundizar en el análisis, para ello vamos a proponer un desafío: Si continuas leyendo hasta el final de la nota comprenderás no solo por qué una correcta aromatización contribuye en generar un buen clima laboral, también encontrarás un nuevo recurso para aumentar tus ventas ¿Te animas?
La creatividad es la capacidad humana para plantear nuevas formas de percibir el mundo, por tanto, el marketing olfativo propone interpelar la percepción de nuestros clientes internos y externos de un modo sutil y efectivo.
El olfato es el sentido que tiene relación directa con el sistema límbico, encargado de regular y procesar las emociones. Esto quiere decir que los aromas son capaces de activar la zona emocional de nuestro cerebro. Un ejercicio interesante puede ser pensar qué aromas nos remiten a un recuerdo agradable y registrar qué emociones se despiertan en nosotros.
Los recuerdos no son más que un recurso de la mente que se traduce en imágenes, hechos, personas y situaciones de nuestro pasado.
Entonces, si tenemos claro el mecanismo que opera detrás de una correcta aromatización ¿Por qué no usarlo a favor de nuestro negocio?
Regresando a la propuesta inicial de esta publicación, cabe destacar que el cliente interno es uno de los actores responsables de transmitir la identidad y la cultura de una organización. En este sentido, propiciar un clima interno positivo es una acción indirecta que influye en las ventas de nuestro negocio.
Este breve análisis, nos permite advertir que la Aromatización de ambientes dista de ser un recurso aleatorio, para convertirse en parte de una estrategia de comunicación efectiva. No se trata únicamente de sentir “rico perfume”, se trata de pensar en crear un clima laboral agradable para nuestros colaboradores, con el fin de fortalecer el sentimiento de pertenencia, su productividad y la imagen que proyectan del negocio.
Ahora sí, lo prometido es deuda. Sabemos que imagen y rentabilidad se relacionan de un modo directo, es decir, si trabajas en pos de fortalecer tu imagen tendrás resultados en las ganancias que obtienes. Si te ocupas de fidelizar al cliente interno a través de una buena aromatización, también te ocupas de construir una imagen positiva de tu negocio y por consecuencia, tus ventas aumentarán.
Te retamos a que lo compruebes tú mismo, en ProHygiene estamos dispuestos a acompañarte.
Contáctanos para recibir más información.